Niños y frío no suelen ser una buena combinación, salvo que te resignes a convivir con toses y fiebres cada día. Y tenerlos encerrados en casa, sin salir para evitar el resfriado, nunca es una opción. Mucho más práctico es aprender unos trucos sobre cómo vestir a los niños en invierno. Incorpora estas recomendaciones a tu rutina familiar y no tardarás en notar la diferencia.
Cómo vestir a los niños en invierno para que no pasen frío
Aparte de salir para ir al colegio, tus hijos necesitan ir a la calle a pasear y jugar. Incluso, en los días de frío, el contacto con el aire libre y el sol tienen efectos beneficiosos en su salud. Hacer compatibles estas actividades con la ausencia de resfriados es más fácil si sabes cómo vestir a los niños en invierno. ¡Toma nota de estos consejos!
Elegir la ropa interior adecuada
Las prendas que van en contacto directo con la piel juegan un papel esencial para retener el calor corporal. Y también afectan a la transpirabilidad. Por eso, empieza por poner la máxima atención a la hora de elegir la ropa interior infantil.
¿En qué fijarte? Sobre todo, hay tres aspectos clave: suavidad, máxima transpiración y calidez. Hay un tejido que aúna estas tres características, el algodón de invierno. Esta fibra natural es muy adecuada para evitar irritaciones o molestias en la piel de los niños, que suele ser más sensible y delicada. Por eso, la colección Junior de Abanderado para los días más fríos se fabrica en algodón de invierno, un material afelpado que aporta un extra de calidez y la máxima suavidad.
Vestir por capas para regular la temperatura
La tradicional fórmula de vestir por capas de ropa es especialmente recomendable cuando pensamos en cómo vestir a los niños en invierno. Eso sí, no sirve poner capas de cualquier forma. Estas son las pautas que recomiendan los pediatras.
Para empezar, elige siempre prendas que se puedan desabrochar o quitar fácilmente. Una de las causas más habituales de los constipados son los cambios bruscos de temperatura. Por eso, es esencial que puedas vestirlos o desvestirlos rápidamente según las circunstancias.
Y, después, estructura en tres capas. En el caso de los bebés, el consejo es ponerles una capa más.
- La primera, la que va pegada a la piel, tiene que ser ajustada, pero cómoda y permitir la transpiración.
- La segunda capa tiene la función de aislar. Elige prendas básicas ligeras y no muy gruesas, tipo sudadera y que queden algo holgadas.
- Última capa, la que protege de inclemencias como el viento o la lluvia, además del frío. Mejor si es de un tejido impermeable y, sobre todo, busca abrigos que no impidan que el niño se mueva sin dificultad.
Abrigar bien las zonas más vulnerables
Hay zonas del cuerpo de los niños que son más vulnerables al frío, como la cabeza, manos, pies y la parte de oídos, nariz, boca y garganta. Así que en el armario de invierno infantil son imprescindibles los gorros, los guantes, las bufandas y unos buenos calcetines.
Por supuesto, sin olvidarte de elegir un calzado adecuado a la circunstancias, dependiendo de si el suelo está húmedo o helado. Ante la duda, siempre es preferible que sean zapatos impermeables que mantengan los pies secos.
Las prendas térmicas, solo para situaciones de frío extremo
Es lógico pensar que tu hijo irá más abrigado si eliges vestirlo con prendas térmicas para niños. Sin embargo, te recordamos que esta ropa está diseñada para situaciones de frío extremo, cuando el termómetro está bajo cero. Tan negativo es llevar a los niños poco abrigados, como hacerlo en exceso.
Evitar que permanezcan mucho tiempo con la ropa sudada
Los niños no paran de moverse, y lo hacen aún más cuando salen a jugar a la calle. Además, hay actividades en invierno que son muy tentadoras, sobre todo, si hay nieve cerca. Tanta actividad suele acabar con los niños sudando.
Es imposible que les estés cambiando de ropa inmediatamente, cada vez que empiezan a sudar. Sin embargo, tienes que evitar que estén mucho tiempo vestidos con ropa sudada. Más aún, si se han quedado quietos. Te recomendamos que, si vais a estar bastante rato fuera de casa, lleves una muda a mano para ponerles ropa seca.
Presta atención a la ropa de cama
Por último, hay un apartado muy importante relacionado con cómo vestir a los niños en invierno. Es todo lo relativo a la noche y el descanso, y cómo abordar la preparación de la cama. Es preferible que elijas pijamas de tejidos con mayor calidez, sobre todo, si tu hijo es de los que se mueve mucho y se destapa.
Respecto a la ropa de cama, opta siempre por coberturas ligeras, que no pesen y que les dejen libertad de movimiento. Sobre todo, es peligroso poner muchas mantas a bebés y niños muy pequeños, porque podrían asfixiarse. Una buena medida preventiva es remeter la manta a la altura del pecho, para que no les tape la cara.
Saber cómo abrigar a los niños en invierno implica muchas ventajas, ya que podrán disfrutar de actividades en el exterior minimizando el riesgo de catarros. Vísteles con tres capas, que se puedan quitar fácilmente, protegiendo las zonas más delicadas y evitando que se mantengan sudados. Además, es clave la elección de una ropa interior adecuada para el invierno, como la que te proponemos en Abanderado.