Aunque el español se habla en muchos lugares del mundo, en cada zona tiene sus características propias, a través de palabras y expresiones que lo definen. Por ejemplo, nos encontramos con varias palabras para definir la ropa interior masculina: gayumbos, calzoncillos o calzones. ¿Dónde se usa cada una de ellas? ¿Es más correcto utilizar una que otra? Vamos a ver la respuesta a estas y otras preguntas, y conocer más detalles sobre el origen de estos términos.
El origen de la palabra gayumbos
La primera vez que se usó esta palabra para referirse a la ropa interior masculina fue en el año 1905, cuando se documentó en el Diccionario del argot español. Se trata de un libro que, en aquellos años, recopilaba las palabras más coloquiales y desenfadadas para hacer referencia a ciertos artículos u objetos, así como adjetivos o saludos.
¿Y la RAE? ¿Tiene ella que decir algo sobre la palabra gayumbos? La RAE la incluyó en su última edición, en 2014. En una nota adjunta a la palabra, se especifica que su origen es incierto y no se sabe muy bien de dónde proviene.
Hay quienes aseguran que el término puede descender de la palabra gayomba, que define a un arbusto leguminoso conocido más comúnmente como retama de olor. Dicha planta tiene unas flores amarillas que desprenden un olor desagradable. Al parecer, comenzó a usarse gayumbos de forma irónica para hacer alusión al aroma desagradable que pueden desprender los calzoncillos si no se mantiene la higiene adecuada.
Sea como sea, lo cierto es que la palabra gayumbos es muy usada en la actualidad, especialmente en España, para referirse a los calzoncillos. Es posible que en Latinoamérica no conozcan este término, ya que allí utilizan los suyos propios.
Otras formas de referirse a los calzoncillos
No hay duda de que el término calzoncillo es la palabra más usada para referirse a la ropa interior masculina en la actualidad. Además, es la única que se utiliza en un contexto formal, mientras que otras son más coloquiales (como es el caso de gayumbos).
Pero ¿de dónde viene esta palabra? Para llegar a su origen etimológico hay que hacer un pequeño ejercicio de investigación sobre la raíz de este término:
- Calcis. Los romanos denominaban al talón con varios términos, entre ellos calcis, aunque todos descendían de la misma raíz.
- Calceus. Esta era una palabra que provenía de la misma raíz y que definía a la prenda que se ajustaba al pie, el zapato.
- Calceas. Cuando comenzaron a usar medias, las llamaron calceas. El paso del tiempo llevó a que las medias cubrieran desde los pies a la cintura, hasta que un tiempo después se dividió en dos partes.
- Calcetines. Una de las partes en las que se dividieron las calceas cubrían la pantorrilla y los pies, dando lugar al término calcetines.
- Calzones. La otra parte tapaba la zona del abdomen y las nalgas, y se empezó a conocer como calzones. Al menguar el tamaño de esta prenda se le añadió el diminutivo ‘illo’, y de ahí viene la palabra calzoncillo.
¿Qué otras formas hay de llamar a esta prenda interior masculina? En función de la latitud en la que nos movamos, encontraremos diferentes términos que hacen referencia a los calzoncillos:
- Calzón. Esta palabra es la que se utiliza en distintas zonas de América del Sur y en Guatemala para nombrar a los calzoncillos.
- Trusa. Es curioso que esta palabra se use en distintas partes del mundo para denominar prendas parecidas. Por ejemplo, en Cuba y República Dominicana se usa para definir al traje de baño, en México para los calzoncillos, y en Perú se utiliza tanto para la ropa interior masculina como la femenina. Curioso, ¿verdad?
- Bombacho. Se llama así a los calzoncillos en países como Argentina, Brasil y Paraguay.
Ya hemos visto que hay vida más allá de términos como gayumbos o calzoncillos, aunque sean los más usados en España. Cada región tiene su forma de definir a la ropa interior masculina, ¿y a ti cómo te gusta llamarla?